martes, 7 de diciembre de 2010

"Más Ideas de Negocio en esta Navidad"

Sin duda alguna, la Navidad es la época  ideal para compartir, pasarla en familia, con los amigos, vecinos y con todos los que nos rodean, pero tambien para que salga a luz nuestra creatividad, y usarla a través del establecimiento de una negocio, aunque temporal.

Debemos tener en cuenta que hoy en día las personas ya no tienen tiempo para decorar sus casas con los motivos navideños acostumbrados.

Una buena e interesante idea es dedicarnos a la decoracion navideña, y hacer de una hogar el ambiente perfecto para recibir la navidad.

El servicio de decoración navideña, podría incluir el armado del árbol y el nacimiento navideño, y el decorado con bombillas o luces de colores, coronas, guirnaldas, velas y demás adornos navideños.
 
Para ofrecer este servicio, no es necesario que seamos unos expertos en decoración, simplemente basta con que seamos creativos, y disfrutemos haciendo aquello que tanto nos gusta hacer cada año.




jueves, 2 de diciembre de 2010

"La Navidad te ofrece muchas oportunidades para emprender un pequeño negocio propio"

La época de navidad suele caracterizarse por la alta demanda de varios tipos de productos y servicios; las personas parecen estar dispuestas a comprar todo aquello que les permita pasar una buena navidad, y no parecen tener reparos en pagar lo que sea por ellos.

Así que por qué no aprovechar ésta época para iniciar un negocio que nos permita obtener un dinero extra o, por qué no, que llegue a tener una buena acogida y que, al hacer mínimos cambios, pueda funcionar durante todo el año.

Lo que veremos a continuación son 4 ideas de negocios propicias para aprovechar la época de navidad y, que en vez de requerir demasiada inversión, sólo requieren de un poco de ingenio y creatividad:

Elaboración y venta de canastas navideñas

Las canastas navideñas son muy requeridas en época de navidad, sobre todo por empresas en las cuales se acostumbra regalar las canastas a sus trabajadores.

Para empezar con este negocio, debemos elaborar algunas canastas navideñas llenándolas de productos de buena calidad, y procurando darles un diseño único y atractivo.

Luego creamos un catálogo con las imágenes de estas canastas, y las ofrecemos a un precio atractivo al público, enfocándonos principalmente en las empresas.

Servicio de decoración navideña

Hoy en día las personas ya no tienen tiempo para decorar sus casas con los motivos navideños acostumbrados.

Por ello, una idea de negocio en navidad podría ser el ofrecer el servicio de decoración navideña, el cual podría incluir el armado del árbol y el nacimiento navideño, y el decorado con bombillas o luces de colores, coronas, guirnaldas, velas y demás adornos navideños.

Para ofrecer este servicio, no es necesario que seamos unos expertos en decoración, simplemente basta con que seamos creativos, y disfrutemos haciendo aquello que tanto nos gusta hacer cada año.

Elaboración y venta de tarjetas navideñas

Otra idea de negocios para navidad, podría consistir en elaborar y vender tarjetas navideñas, las cuáles también son bien requeridas en éstas fechas.

Para el diseño de las tarjetas podríamos utilizar programas informáticos que nos ayuden con el diseño de los gráficos, para luego mandarlas a imprimir a una imprenta; o podríamos elaborarlas de forma artesanal pintándolas a mano, o utilizando diversos materiales ornamentales.

Una vez que contamos con nuestras tarjetas originales y atractivas, pasamos a ofrecerlas directamente al público, por ejemplo, a través de un pequeño puesto de venta; ofrecerlas a empresas para que las obsequien a los trabajadores, u ofrecerlas a negocios intermediarios que se encarguen de vendérselas al público final.

Servicio de cena navideña

Otra idea de negocio en navidad, podría consistir en ofrecer el servicio de cenas navideñas, las cuales serían preparadas en nuestra casa, y luego llevadas ya listas a la casa o local del cliente.

Podríamos ofrecer una cena basada en el tradicional pavo, o podríamos ofrecer otras alternativas tales como cenas en base a cerdo o cordero, acompañados de ensaladas, puré de papas y otros platos típicos de estas fechas.

Algo que resaltar es que al ofrecer este servicio debemos asegurarnos de que contamos con la capacidad necesaria y de que seremos capaces de cumplir con los pedidos antes de la hora de la cena de navidad, de modo que demos una buena imagen y podamos continuar con el negocio durante todo el año, ofreciendo el servicio de comida para otras fechas festivas o para cualquier actividad o evento que otros realicen.

sábado, 27 de noviembre de 2010

"Nacidas para vestir novias"

Visionarias. La aventura de dos mujeres que le imprimen distinción y clase a las bodas en Lima. Una atención al cliente de primerísimo nivel, y un producto exclusivo y de alta calidad han sido las claves del negocio de la casa de novias: “Sposabella, Novias y Más”.

Tras varios años de laborar en la empresa de cosméticos L´Bel, Tatiana Solano y Nancy Gutiérrez estaban decididas a montar un negocio. No pasaban apuros en la empresa, es más, les iba muy bien, pero el instinto les exigía algo más. Tatiana trabajaba en el área de marketing, y veía las tendencias o “caprichos” de la moda, y Nancy estaba en la sección de compras; por lo cual su especialidad era la calidad de los productos. 

Corría el año 2007, y un buen día decidieron que era el momento adecuado para llevar a cabo su sueño. Sin embargo, el sueño no tenía una forma concreta. “Teníamos el capital, pero no sabíamos qué negocio sería. Pasamos por todas las ideas que te puedes imaginar, hasta pensamos en productos alimenticios”, recuerda entre risas Tatiana. 

Al final, un viaje al extranjero de Nancy avivó la creatividad. Montar una casa de novias importando los vestidos. Por esos días, una amiga de Tatiana le pidió que la acompañara a buscar el vestido blanco soñado. Pero más que esa prenda tan esperada por las chicas, Tatiana se dio cuenta de que la atención al cliente, ésa que tantas veces la había sorprendido por su cuidado en sus viajes al extranjero, era un punto débil en el mercado peruano. 

Así nació “Sposabella, Novias y Más”, la primera casa de novias que en el Perú privilegió el trato personalizado a todas sus clientas. En el primer año obtuvieron 150 novias, recuerda Tatiana. Con una intensiva campaña publicitaria, que incluyó las seis revistas especializadas en el sector, lograron posicionarse, para luego obtener algo que es fundamental en su negocio: el prestigio que otorga la satisfacción del cliente. 

“El 39% de los clientes de “Sposabella, Novias y Más” es recomendado. Eso es muy importante porque significa que nuestras clientas quedan tan satisfechas y nos recomiendan a sus amigas y así se pasan la voz”, asevera Tatiana.  

Desde el 2007 a la fecha, el negocio tuvo un crecimiento de 20%. Han ampliado la cobertura de sus servicios. Ahora no solo venden diseños casi exclusivos de vestidos de novias y vestidos de noche, sino que además brindan servicios de cambio de vestidos para las novias (si su departamento es pequeño, usted puede cambiarse en el atelier de Sposabella), alquiler de autos y servicios de coro. 
Han lanzando su nueva marca de vestidos de novias, más juvenil, más fresca: “Nupcialle”, con diseños que la propia Tatiana ha bosquejado y que, por tanto, son más exclusivos. “Yo llevé clases de diseño y por eso los vestidos de la empresa son diseños propios. Si no conoces tu business desde abajo, estás frita”, afirma Tatiana. 


 Han pasado casi cuatro años desde que decidieron abrir el negocio. “Sposabella” ya tiene nueve empleados y la vida parece sonreírle a Tatiana y Nancy. Tatiana es la gerente comercial. Nancy sigue laborando en L´Bel, pero la distribución del trabajo en la empresa es codo a codo.
Planean abrir nuevos servicios. Dentro de los planes está la organización de bodas, que ya han hecho de manera inicial. Además ampliar la línea de productos. Con el público objetivo perfectamente identificado (clase B y C+), “Sposabella” está lista para crecer, con cimientos sólidos, con una marca basada en la calidad del servicio,  y con la prueba palpable de que los asuntos para una boda sí pueden ser un buen negocio. 



miércoles, 24 de noviembre de 2010

"Cusco Hand’s: El negocio de la cerámica "

Creatividad. A Deycy Llerena, trabajar con la arcilla le ha permitido moldear el destino de muchos jóvenes que acudieron a su empresa Cusco Hand’s en busca de una oportunidad de empleo. 

Cuenta que la mayoría eran muchachos con inclinaciones artísticas, mientras que otros solo iban en busca de recursos para sobrevivir.
Pero aquel grupo con facilidad para manipular la arcilla con arte, encontró en Cusco Hand’s la oportunidad para sobresalir. Deycy nos dice orgullosa que su mayor aporte es permitir que estos jóvenes desarrollen sus capacidades y luego adquieran destreza, tanto que puedan ejercer la docencia.

“Algunos trabajan medio tiempo para mi empresa y el resto para academias”. Velas, mariposas, palomas, vaquitas, elefantes y otros adornos, elabora su negocio sin parar de marzo a diciembre, pues es en ese tramo cuando se producen los pedidos desde el exterior.

“Enero y febrero son meses que utilizamos para renovar nuestras muestras y enviar los catálogos por e-mail”. Por cada una de sus variedades productivas, Deycy elabora de 300 a 400 piezas, que por unidad cuestan entre US$15 y US$18. La capacidad productiva es de 1000 piezas al mes.
Son diez los años que Deycy está inmersa en esta tarea, tras sentir que debía hacer lo que siempre quiso desde que inició sus estudios de administración: dirigir su propia empresa.

“Tenía que cumplir como madre y esposa, pero cuando sentí que era momento de retomar mis objetivos, hice una pausa y aquí estoy cerrando contratos de envíos para Estados Unidos y Europa”.

Son 50 personas a las que Deycy ofrece un puesto de empleo. “Esa es una gran responsabilidad”. No se trata solo de producir y buscar beneficios económicos para uno mismo, sino de responder por el bienestar de un grupo humano.
ra empresarial”. Cada año y según las necesidades productivas, puede hacer una reinversión de US$ 6 mil. “Al margen de la calidad y variedad, que son requisitos indispensables para el negocio de la cerámica, lo básico es ser puntual en la entrega de productos, sino se irá perdiendo clientes de a pocos”.



sábado, 20 de noviembre de 2010

"El empresario silencioso"

Un emprendimiento cultural. Alexander Sabino es un joven mimo con  mucho que contar. Nunca imaginó que un poco de crema blanca en su rostro desencadenaría un mundo lleno de magia e ilusión. Un mundo al cual ha sabido sacarle el máximo provecho.

El silencio es una moneda de cambio que no todos pueden poseer. Una enorme sonrisa se dibuja en un rostro exageradamente blanco y un par de ojos saltones nos recuerdan con su calidez que la palabra sobra cuando de expresarse se trata. Pero ¿qué es lo que sucede cuando ese voto de silencio que asumen los mimos se cotiza mejor que el oro en el mercado peruano?

Alexander Sabino, un joven mimo de 30 años, podría responder a esta pregunta, pero romper el mutis en el que se ve inmerso sería poco más que un sacrilegio artístico. Es por ello que antes prefiere remover de su rostro la crema blanca, que da luz a su otro yo (quizá para no ofenderlo), y así recién empezar a contar lo que fue la historia de su éxito. 

Tras estudiar tres años en la escuela de comunicaciones Charles Chaplin y con solo un taller de mimos encima, Alexander no dudó en tomar por asalto las calles de la ciudad y convertirlas  en pequeños escenarios ambulantes. Todavía recuerda con cariño El Averno, un conocido bar del Jr. Quilca en el Centro de Lima, donde su silencio se hizo sentir en innumerables oportunidades.
“Es un lugar increíble donde van metaleros y poetas. Recuerdo que lo primero que recibí como mimo fueron S/.5. No era mucho, pero esa gente sí que sabía apreciar mi arte. Fue allí de donde nos jalaron para ir a universidades y a eventos”, relata.

Alexander se empezó a hacer conocido en el medio artístico. Era hora de crecer, y junto a dos amigos tocó las puertas de diferentes centros culturales y, a diferencia de lo que pensaron, estas se abrieron de par en par.  La pantomima se volvía más popular y con ella los jóvenes mimos.
La demanda artística no dejaba de crecer y en el 2002 Alexander pensó que ya era hora de crear su propia productora. Fue así que su casa en Comas pasó a convertirse en la empresa Arlequín & Colombina, un mágico lugar, donde convive con su familia y ensaya con sus ocho amigos que laboran junto a él.

El fruto de la formalización
Nunca imaginó que al formalizar su arte multiplicaría sus posibilidades y también sus contratos. Las solicitudes empezaron a llover y empresas del tamaño de Ripley, Alicorp o Scotiabank (por mencionar solo algunas) requerían con más frecuencia sus servicios.
Ya no solo era la pantomima, pues el staff de jóvenes actores que había logrado juntar en el cono norte le permitió ofrecer estatuas humanas, malabaristas, magos, payasos, zanqueros, entre otros coloridos personajes. Las cosas no podían ir mejor para este empresario silencioso, pero él sabía que aún faltaba algo.

En un atisbo de nostalgia, Alexander admite que tantos eventos empresariales han mellado el espíritu del actor, que sabe vivir del aplauso y la sonrisa (pero de eso no se come). Por eso tampoco deja de participar en cuanto festival de mimo y teatro se le presente, según dice, para mantener vivo aquello que llama el arte por el arte. 


sábado, 13 de noviembre de 2010

"Nacido para dar comodidad"

Lo lleva en la sangre. La historia de César Romero y su creciente negocio de muebles. César es un joven de 25 años que tras la quiebra del negocio familiar no se amilanó y decidió competir con los grandes fabricantes del Parque Insdustrial de Villa El Salvador.

César Romero y su joven esposa Susana Koehle viven en medio de la comodidad. Y no porque lleven una vida llena de opulencias, sino    por la excelente calidad de los muebles que fabrican en el Parque Industrial de Villa El Salvador y desde donde hacer una entrevista es gozar de una cómoda conversación. 
 
Pero César no es ningún improvisado o un joven con suerte. Él conoce el negocio desde que dio sus primeros pasos en la tienda de muebles que dirigía su padre en La Victoria, en los años setenta. César Romero padre fue siempre un  innovador y sobre todo un precursor. 

El joven empresario de 25 años relata con orgullo que su padre fue el primero en llevar muebles de gran calidad a distritos de clase media y baja, que antes solo eran vendidos a exclusivas familias de Lima. “Él fue fundador del negocio en la Av. 28 de Julio, que ahora está llena de tiendas que venden miles de muebles”, señala.
El temple emprendedor de su padre y el esfuerzo de toda la familia Romero hicieron que el negocio que empezó como una pequeña tienda en La Victoria se convirtiera en toda una mina de oro. El rumor ya se había extendido en Lima: la calidad de sus muebles era insuperable.

Finalizan los años maravillosos
La edad de oro que vivió la familia en los años ochenta llegaría a su fin a principios de los noventa. César cuenta que el dinero mareó a su padre, quien terminó convirtiéndose en  un mujeriego. Su hermano mayor se vio obligado a asumir las riendas del negocio, pero  nada fue igual.
César ya no era un niño y al cumplir la mayoría de edad se dio cuenta de que era momento de buscar su propio camino. Intentó estudiar, pero nada lo satisfacía, así que optó por viajar a los Estados Unidos, donde el destino  lo puso a trabajar en una fábrica de muebles.  “Cuando trabajé  allá mi visión de las cosas cambió; vi nuevos estilos y una manera distinta de trabajo”, relata. Pero César no tenía ninguna intención de radicar en el país de las oportunidades. Él estaba convencido de que el Perú no lo defraudaría.  
 
Una vez en Lima, conoció a su esposa Susana, con quien abrió  una agencia de viajes, pero la fuerte competencia de las mismas aerolíneas los hizo fracasar. Fue así como hace poco más de dos años César decidió volver a sus orígenes e ingresó una vez más al mundo de los muebles.
Bajo la misma premisa de su padre: dar la máxima calidad a los clientes, César alquiló un espacio en el Parque Industrial de Villa El Salvador e inauguró Mueble Solution. Empezó con solo dos muebles, de los cuales uno era el de su propia casa.  

¿Pero qué hizo que este joven empresario se volviera tan popular en medio de grandes fabricantes? César responde que ello se debe a que se han especializado en fabricar muebles a la medida del departamento  y de las personas que  los van a adquirir.

                                Y no cabe duda de que le dio resultado.
Este año fue distinguido entre dos mil fabricantes de muebles  con el premio Hecho en Villa El Salvador 2010 y en noviembre participará en una feria internacional de muebles en Brasil. César y Susana no solo viven cómodamente... también dan comodidad a muchas personas que confían en sus singulares productos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

"Hermosas BARBIES PERUANAS"

Trabajo constante. La historia de Rubí Morales Guevara. Rubí es una emprendedora que a sus 70 años, y pese a que sufre de una enfermedad, se dedica a vestir a las barbies peruanas con trajes típicos.

“Las personas que quieren hacer un negocio no lo piensen dos veces, tienen que hacerlo de una vez. Nada los debe detener, ni siquiera la enfermedad, porque para el trabajo nunca es tarde ni tampoco existe la edad”, así empieza a relatar su historia, Rubí Morales Guevara, una emprendedora que lleva el arte en sus manos y busca darle vida a las barbies vistiéndolas con trajes típicos del Perú.

Rubí llegó a Lima, proveniente de Chiclayo, a tan solo ocho días después de nacida, realizó sus estudios en la capital pero no logró concluirlos, quedándose en tercero de secundaria debido a que a su corta edad contrajo matrimonio.
Sin embargo, nada detuvo sus ganas de salir adelante ,por lo que empezó a trabajar junto a su –ahora– ex esposo en una empresa de repuestos para televisores. Pero al poco tiempo, él fallece y ella tuvo que sacar fuerzas para seguir hacia adelante con sus hijos.
Nuevamente volvió a empezar y esta vez consiguió trabajo en el área de la cocina de un conocido hotel, donde laboró por unos 14 años, hasta que se quedó sin trabajo. 

Fue en ese momento, cuando una de las diez hijas de Rubí le brinda apoyo y empiezan a trabajar juntas durante un largo período en el sector de cobranzas de una empresa.

Hay que sonreírle a la vida
Y cuando Rubí creía que todo iba viento en popa, la vida le pone una prueba muy grande con la que lucha día a día para que la luz de sus ojos no se apague.
Es que a los 60 años le detectaron un tumor en el tórax, por lo que el médico le prohibió seguir trabajando en cobranzas debido al constante esfuerzo que tenía que realizar. 

Pese a esta noticia, Rubí no se derrotó y decidió continuar. Hasta que un día, cuando transcurría por las calles limeñas, unas barbies rubias vestidas con ropa de lana, que vendía una señora llamada Olga, llamaron mucho su atención, por lo que en el instante decidió comprárselas.
Llegó muy emocionada a su casa con las barbies en mano y se le ocurrió la idea de cambiarle la ropa con unos trajes típicos peruanos, y para su suerte encontró retazos de tela con los que empezó a coser como hobby.

Hacer lo que a uno le gusta
Así como jugando, logró vestir a diez barbies peruanas con trajes de Ayacucho, Arequipa, entre otros. Hasta que un día, como forma de ayudar a los damnificados del terremoto en Arequipa se acerca a las afueras de un canal de televisión para donar sus barbies.
En ese momento fue cuando su vida cambió porque un reportero se le acerca y la saca al aire para entrevistarla por su creatividad de las muñecas.
Tanta fue la acogida de sus barbies peruanas que se lo solicitaban personas y empresas. Incluso en una noche logró vestir a 100 barbies, porque con la práctica lo hace en solo 15 minutos. 

Con una sonrisa en su rostro, Rubí dice que ha recibido reconocimientos tanto en Perú, por parte del Congreso y el Ministerio de la Mujer, así como del exterior.  

A sus 70 años, la reina de las barbies peruanas exporta a través del canal de distribución de sus hijas, quienes radican en Italia, EEUU y España. También dicta clases para que los demás aprendan de su arte.

Aca les muestro algunas imagenes de las BARBIES PERUANAS, todo lo que se puede lograr con CREATIVIDAD.




martes, 2 de noviembre de 2010

"El Sophie: Historia de una vieja bodega miraflorina"

Exitoso. Luis Sologuren, dueño del restaurante, compró el local hace tres años. La idea del empresario es darle un sitial de lujo a la exquisita comida peruana. No es primerizo en el mundo de los negocios.

Lo que por muchos años fue una conocida bodega en el barrio de Miraflores hoy es un moderno restaurante con una surtida carta de platos nacionales. 

El Sophie Bistró nació así, de barrio y a base de puro empuje, como lo señala su dueño, Luis Sologuren. Él lo define como la fusión de un restaurante y bar, donde pueden consumirse los mejores aperitivos y tragos a cualquier hora y en medio de un ambiente realmente acogedor.

El inicio del sueño  
“Yo nací y crecí en Miraflores. Me fui a estudiar administración de empresas a los Estados Unidos. Cuando regresé, mi idea era colocar negocios culinarios. En el 2007, logré convencer a los dueños de esta antigua bodega para comprarles el local”, cuenta Luis, quien reiteradamente recibió negativas  de los dueños, pues se trataba de una empresa familiar y con una larga tradición. 

Es su segunda empresa
Según el empresario, el restaurante Sophie es su segundo proyecto en el rubro de comidas, pues también es dueño de La Esquina  Wine Bar, exitosa propuesta de vinos y piqueos a solo unas cuadras de El Sophie.
Luego de adquirir la bodega, Luis y su esposa, Vanessa, iniciaron la ardua tarea de restauración. “La idea era crear un lugar diferente y con un concepto de exportación. Buscaba fundir el lujo con la exquisita comida peruana”, señala el empresario.
Es así que, hace tres meses, nació El Sophie (nombre de una de las hijas de este feliz matrimonio) con una idea clara: dar un buen sitial a la comida peruana. “Para salir al mercado internacional hace falta darle estilo a la comida peruana”, explica Luis.

Trabajo en interiores
Rescataron los pisos originales y colocaron una inmensa barra de mármol de Carrara. Objetos de anticuario salpicados por el lugar combinan con las lámparas de cristal checo, a su alrededor hay cómodas mesas cuadradas que se juntan si el número de personas lo requiere.
En sus paredes se lucen las Lima Girl’s, de la artista Sheila Alvarado, y luego lo harán otras exposiciones. El Sophie es un lugar para un público adulto contemporáneo, donde se puede ir a cualquier hora. En especial, a cenar y prolongar la noche con unos tragos hasta el final de la noche.

Para picar Sophie propone
El chef Milenko Zapata, autor de la carta de tapas de La Esquina Wine Bar, propone interesantes platos de comida fusión. La carta de piqueos que nos regresa a nuestras raíces ofrece clásicos aperitivos de nuestra vasta gastronomía preparados con las más modernas técnicas europeas.

¿El resultado? Una variedad de platos a precios cómodos que le permitirán pedir y probar de todo. Las conchas de abanico acebichadas con emulsión de culantro, langostinos jumbo con mousse de palta, almejas en mantequilla al toque de limón y torrejas de pejerrey sobre centeno y chalaquita de zucchini son su mejor presentación. 

Y como es costumbre, amigo lector, los casos de éxito encierran siempre historias de empuje y arduo trabajo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

"El éxito con sabor a chocolate"

Renacer del cacao. Por años cultivaron coca. Hoy una gran idea los hace rentables. Consorcio Cacao Amazónico está conformado por cuatro cooperativas que lograron crear el más exquisito dulce, digno de ser probado por el paladar más exigente. Aquí la historia de estos emprendedores.

Su nombre es sinónimo de dulzura, suavidad, antojo. Pero Hiderico Bocángel, presidente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao, asegura que para él y los 7,500 productores que conforman el Consorcio Cacao Amazónico, el chocolate ha sido la clave de su éxito, el aliciente que les ha permitido dejar de lado una actividad ilícita y retornar al cultivo olvidado.
Y ello porque el cacao ha permitido que cuatro cooperativas hayan lanzado cuatro marcas diferentes de chocolate, procedentes a su vez de cuatro orígenes distintos, cada uno con un sabor especial, que no tiene nada que envidiarle al mejor chocolate suizo.

“Tenemos el precedente de Tocache, de la Cooperativa del mismo nombre, que fue ganador en Francia como el de mejor aroma; el Gran Pajatén de la Cooperativa Acopagro, con sus notas frutales; el cacao del Valle del Sisa de la Cooperativa Oro Verde, y el Cordillera Azul de la Cooperativa La Divisora”, afirma Hiderico.

                                    Cambio de rumbo 
Pero ¿qué motivó a estos agricultores a retornar al camino olvidado? Muchas cosas. La primera y más importante, el dejar de lado una actividad ilícita.
“Todos los que integran el consorcio son ex cocaleros que ahora han vuelto al cultivo del cacao. Este cultivo siempre existió, es oriundo de la amazonía peruana. Lamentablemente, empujados por la mayor rentabilidad de la hoja de coca, dejaron de cultivar cacao y de conocer la tecnología”, recuerda.
En un momento dado y gracias al apoyo de organismos como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), fueron dejando de lado este cultivo.
“Los agricultores se dieron cuenta de que el cacao es un árbol que puede durar de 80 a 100 años, que la tecnología que se aplica para este cultivo es fácil y que permite trabajar a toda la familia, de esa manera se recuperan los valores para todos los agricultores. Además, el precio que se está pagando por el cacao es muy importante”, sostiene. 

Valores agregados
El Consorcio Cacao Amazónico produce al año cerca de 5,000 toneladas de cacao, el cual tiene un importante valor agregado que lo hace especial frente a los demás competidores. “El 70% del cacao que producimos posee  la certificación de orgánico (libre de químicos), que además le garantiza demanda en mercados europeos”, explica.
Y es que en el viejo continente su producción tiene mucha demanda. Así Suiza, Holanda y Francia gozan del sabor peruano y en Estados Unidos se rinden ante el cacao de nuestro país. Se estima que al año estas cooperativas exportan alrededor de US$ 10 millones.

Pero ellos no se conforman con ser solo exportadores de cacao. Ahora el reto es producir  chocolate que pueda ser vendido al mercado nacional.
¿Han pensando en la exportación?, le preguntamos a Hiderico. “Por qué no. En un futuro cercano podría darse; en Expoalimentaria nos sorprendió la propuesta”, responde . Por ahora, disfrute del mejor chocolate peruano que nada tiene que envidiarle a un suizo.

jueves, 21 de octubre de 2010

"Secretos de belleza y éxito

Encaminado. En la búsqueda de un hobby, Javier Peña encontró más que eso: su propia empresa. Este médico empezó su sueño de la empresa propia “sin rumbo”, como él mismo dice. Hoy tras cuatro años de iniciada su aventura, la baba de caracol significó la esencia de su próspero negocio.

Los hombres del campo los consideran una plaga, pero paradójicamente los caracoles, esos animalillos  de extraña apariencia, producen una esencia que nos permite a las mujeres –aún con el paso de los años– tener un cutis  lozano o tal vez borrar una cicatriz y regenar la piel. Hablamos de la baba de caracol. 

Y para Javier Peña, médico cirujano desde hace más de 10 años, este producto se ha convertido en uno de los artífices de su ascendente empresa Galeón Cosmética, que hoy está conquistando a los clientes más exigentes de España, Francia e incluso Arabia Saudita.
Del hobby al negocio
Al ser la carrera de médico demandante y por ende estresante, Javier buscaba un hobby, algo para salir de la rutina y relajarse.  “Me sentía aburrido, siempre haciendo lo mismo, realizo cerca de 25 cirugías al mes y necesitaba un reláx”, nos relata mientras nos hace conocer el interior de su empresa en Puente Piedra.
  En 2006 y en sus viajes de trabajo a Chile y Brasil encontró la  respuesta. “Unos colegas se habían dedicado a la crianza de caracoles, lo hacían por hobby y otros por negocio, así que me decidí a realizarlo”, expresó el emprendedor. 
Pero en Javier confluyeron ambas cosas, y mientras se desestresaba le llegó un llamado de España para vender carne de caracol. Pero el bichito de la ciencia, propio de su carrera, lo llevaba a estudiar las propiedades de estos animalitos.

Encontrando el rumbo
Hasta ese momento la empresa no tenía un rumbo definido. Pero fue en 2007, que gracias a esas investigaciones el negocio tomó rumbo. Como la  venta de carne de caracol no resultaba rentable, decidió extraer la baba del caracol y utilizarla con fines cosméticos, además que con ello no se sacrifica a los caracoles.
 Empezó a exportar la baba de caracol a España, pero se dijo  “¿por qué vender sólo la baba de caracol para que otros la produzcan y no hacerlo yo mismo? El negocio tenía rumbo”.
Pero  como no todo es sencillo,  tuvo que capacitarse mucho, incluso en el extranjero para lograr un producto purificado. Así, tras varios intentos, desde España le informaron que su producto estaba apto.
En el camino tuvo que aprender muchas cosas  Pero el esfuerzo valió la pena y gracias a las ferias internacionales puso en vitrina su producto estrella: la aspercina, crema con extracto de baba de caracol. Ahora es utilizado en el Viejo Continente, en Estados Unidos e incluso en Arabia Saudita, y este año llegará a nuevos países, además de conquistar el mercado local.

Mostrando lo nuestro
Lo que más le agrada a este médico-empresario es poder usar no sólo la baba de caracol en la fabricación de sus productos de belleza, sino otras plantas de nuestra biodiversidad, como el sacha-inchi, la sangre de grado o el aguaymanto. “Trabajo con las comunidades que los producen con ganancias mitad y mitad y es una gran satisfacción llevar lo nuestro al exterior. Mi meta es que el nombre del Perú siga siendo reconocido, sobre todo nuestra biodiversidad”, finaliza Javier.






lunes, 18 de octubre de 2010

"Pasión por los cueros"

Emprendora. El exitoso caso de Marina Bustamante, dueña y gerente general de Renzo Costa. Proveniente de una familia de escasos recursos de Barrios Altos, esta perseverante emprendedora luchó para alcanzar el reconocimiento empresarial. 

“Nosotros los que venimos de abajo no nos asusta nada, porque el haber estado allí nos dio una lección de vida, la cual nos da fortaleza para continuar adelante”, de esta manera la exitosa Marina Bustamante, dueña y gerente general de Renzo Costa, nos empieza a contar su historia.

Proveniente de una familia de escasos recursos de Barrios Altos, Marina recuerda que su afición por el cuero nació desde muy niña porque siempre estuvo relacionada con él, ya que su abuelo fue curtidor de este   material.
Por ello, apenas terminó el colegio tuvo la idea de tener una empresa que le permitiera realizar sus creaciones. 

Según nos cuenta, comenzó a confeccionar las carteras de manera empírica.
Decidió poner un taller en el garaje de su casa, pero su padre en un inicio no aceptó porque él quería que su hija estudie una carrera.

Ante la insistencia de su padre, Marina postuló a la UNMSM para seguir los estudios de psicología, pero al mismo tiempo puso su taller en el que creaba carteras de pieles y cinturones de la época de manera artesanal.  

Así sus productos comenzaron a hacerse conocidos entre los dueños de las boutiques de la capital, quienes hasta hacían cola para que les confeccione las carteras.
Mientras tanto continuaba su carrera en UNMSM donde conoció el amor y se casó. Fruto de ello nació su primer hijo.
En ese periodo, a pesar de que Marina no contaba con una gran presupuesto, se aventuró a alquilar una tienda en una conocida galería del Jirón de la Unión  y le puso el nombre de su hijo: Renzo Costa.
“Gracias a Dios apareció una señora trujillana que me dio una cantidad de dinero para que le confeccione carteras y al mismo tiempo así llené mi tienda de productos”, recuerda la emprendedora.
Debido a la gran acogida que tuvo  la tienda, contrató a personal y al poco tiempo compró un local en la cuadra 5 del mismo Jirón de la Unión.
Ahí es cuando decide viajar a Argentina y traer un modelo de las casacas de cuero e incursionar en este rubro.

Todo iba viento en popa, sin embargo, Marina y su familia decidieron irse a Chile debido a que el país pasaba por momentos inseguros. Allí abrieron locales Renzo Costa teniendo también una gran acogida.
Tras varios años, regresan al Perú y continuaron abriendo más locales en diversos lugares del país.

Obstáculos que superar
Todo iba bien, hasta que llegó el Fenómeno del Niño, lo cual les afecto porque la gente ya no compraba casacas de cuero.
“Ese fue el momento más difícil que tuve que pasar. Hasta queríamos rematar la marca. Pero lo que hicimos fue convertirlo en oportunidad porque decidimos incursionar en billeteras y accesorios”, dice Marina.
Y así continuó la marca Renzo Costa expandiéndose con locales en Plaza San Miguel, Jockey Plaza y exportaciones a EEUU, Alemania, Holanda. “No hay que asustarnos frente a las dificultades siempre hay que ser perseverantes teniendo confianza en uno mismo”, nos recomienda.


sábado, 16 de octubre de 2010

"Las rosas expresan lo que siento, pienso y quiero"

Creativas. Surge la primera empresa especializada en imprimir mensajes personalizados sobre los pétalos de una rosa. Crecen los pedidos para obsequios y celebraciones, mientras Karoll Revilla encontró una exitosa forma de hacer negocio.

Como relataba aquella canción de Lorenzo Antonio, este innovador producto parece estar dirigido a quienes no se atreven a expresar directamente sus sentimientos o simplemente buscan sorprender a un ser querido con un lindo obsequio.

Pero gracias a este novedoso negocio, que también ha adornado cientos de celebraciones, Karoll Revilla encontró una buena forma de hacer empresa en el país.
Buscando nuevos productos 
Karoll proviene de una familia emprendedora de San Martín de Porres. Cada una de sus seis hermanas tiene un negocio propio y ella no podía quedarse atrás.
Aunque el mercado de arreglos florales ya se encuentra bastante difundido, Karoll reparó en que ya se había convertido en un producto repetitivo y “a las personas a veces les cansa recibir siempre las mismas flores todos los años”. 
Es así que decide crear Rosa Chic, una empresa especializada en todo tipo de impresiones sobre los pétalos de una rosa, ya sean textos o imágenes. “Somos la primera empresa del Perú en este rubro”, nos cuenta orgullosa.  

Para ello tuvo que importar una máquina impresora especial, que costó alrededor de US$ 1,500, mediante la cual se realiza cuidadosamente este tipo de grabados sin afectar el lapso de vida de la rosa.

Internet es la clave
Si bien la tienda está ubicada en una de las galerías del concurrido Jirón  de la Unión, en el centro de Lima, los comienzos fueron difíciles para Rosa Chic, pues –como en toda empresa nueva– el primer reto es ganarse la confianza del público.
“Internet fue fundamental, pues a través de nuestra página web hemos dado a conocer el producto y realizamos los pedidos. En la actualidad, si una empresa no se apoya en el internet es difícil que tenga éxito”, subraya. 

Y este parece ir llegando poco a poco, ya que en apenas tres meses los pedidos se han multiplicado y ahora ya está pensando en abrir nuevos locales en otros distritos.  
   
Lista para la competencia
Pero debido al éxito es posible que las grandes florerías también copien este producto. ¿Qué harán en este caso? “No importa, siempre se pueden hacer nuevas cosas. Además, el mercado limeño es muy grande y alcanza para todos”, responde con gran confianza, a la vez que nos muestra el otro rubro de la empresa: impresiones en uñas. “Hemos recibido todo tipo de pedidos, desde el rostro de un artista hasta brevísimos poemas de amor”, recuerda.
Sin duda, el caso de Karoll es un ejemplo de creatividad a seguir por empresarios que desean invertir en nuevos mercados. Solo es cuestión de encontrar el producto adecuado y ponerle ganas.

lunes, 11 de octubre de 2010

"Siempre quise ser mi propio jefe"

Innovador. La historia de gustavo mazuelos y sus panes de yuca. Dejó de lado su trabajo y fue tras el sueño del negocio propio. Hoy sus creaciones naturales no solo gustan sino que ayudan a cuidar la salud.

Empezar un negocio no es fácil. Lo más difícil, dicen algunos emprendedores, es buscar un producto novedoso que guste al público. Y Gustavo Mazuelos lo sabe muy bien. 

Tras casi dos años de haber fundado Molinos del Mundo, empresa dedicada a la fabricación de productos en base a harina de yuca y sin gluten. Hoy, su negocio empieza a crecer y sus clientes son sus más importantes asesores.

La mira en el negocio propio
Siempre estuvo entre sus planes ser su propio jefe, sin embargo, mientras se cristalizaba el sueño, continuaba desempeñándose en un cargo gerencial dentro de  una empresa local.
Fue durante un viaje a Brasil donde su empresa empezó a tomar forma. “Probé el pao de queijo, es decir, pan de queso, en base a la tradicional receta brasileña de almidón de yuca. De allí nació la idea”, recuerda Gustavo mientras abre una de sus creaciones y muestra la suave textura de su producto.

La primera idea que se le cruzó fue adquirir una franquicia, pero el costo era demasiado alto. “Al ver ese problema pensé dedicarme a otra cosa pero me dije: ¿por qué no lo preparo yo mismo”, relata.

Luego de casi seis meses de realizar pruebas de desarrollo, logró obtener un sabor muy parecido al “pao de queijo”, que le dio a probar a algunos brasileños que residen en Lima. “Les gustó mucho y tomaban pequeños pedidos. Así empecé a comercializarlo, pero de una manera más casera, entonces consideré la oportunidad de venderlo en grande”, dice Gustavo, quien desde ese momento se dedicó a tocar puertas  de los supermercados para vender su exquisito pan de yuca.

En ese momento había dejado su trabajo para dedicarse de lleno a su negocio propio. Al inicio, la elaboración era casera. La cantidad que producía le permitía utilizar el horno de sus padres, pero si pensaba crecer, también tendría que hacerlo en espacio. 

Llegando al público
El inicio fue difícil. Pero de tanto insistir, un comprador se interesó en su producto. “A algunos les parecía raro un pan de yuca y no les agradaba la idea, pero un día de tanto insistir, Supermercados Wong me recibió y les gustó mi propuesta, aunque me pidieron hacer cambios en la presentación para que pueda venderse”, afirma Gustavo, que veía nacer su marca Molinos del Mundo. 

Llegaba el momento de expandirse y con US$ 40 mil, los ahorros de toda su vida, abandonó la casa de sus padres y estableció su planta en San Luis, donde empezaría a gestar los nuevos productos.
Su pan de yuca se empezó a vender y fueron sus clientes quienes le dieron la clave para el siguiente producto.
“Algunos de nuestros consumidores eran personas que padecían la enfermedad celíaca, que  no permite que puedan comer productos con gluten o harina de trigo porque les afecta los intestinos y no deja que absorban las proteínas, ellos me decían que solo podían comer mi pan y querían nuevos productos”, asegura.

De esa manera, todas las semanas ideaba nuevos productos naturales. La clave era lograr que el  sabor sea bueno para todo público. Así, creó el keke de quinua, los alfajores de yuca y pizzas de diferentes sabores.
Todo natural y sano. “Mi producto ha gustado y ahora hasta pienso en exportar. No quiero tener límites”, señala Gustavo.