domingo, 29 de agosto de 2010

"Marino y su dulce éxito"

Emprendimiento. La historia de Marino Pareja, propietario de la pastelería Cosmos. Marino Pareja supo cómo ganarles la batalla a los momentos difíciles de su vida y ahora es dueño de su propia empresa. Quiere ser grande y entre sus planes está abrir una sucursal el próximo año.

Marino Pareja, natal de Ayacucho, llegó a Lima a los 12 años de edad con el objetivo de forjarse un futuro en la vida. Y así lo logró pese a los difíciles momentos por los que tuvo que pasar para tener su propia pastelería llamada Cosmos, ubicada en La Campiña de Chorrillos.

Terminó la secundaria y el siguiente paso era postular a una universidad nacional, pero algo inesperado ocurrió, lo cual le afectó mucho. Se enteró de que su padre, quien se encontraba en Ayacucho, fue asesinado a causa del terrorismo, una huella muy triste e imborrable para muchos peruanos.

Pero nada lo detuvo
Marino decidió sacar fuerzas y seguir para adelante. Por ello se convirtió en un “mil oficios” y se las buscó por todos lados para ganar dinero. Trabajó en una fábrica de fideos, en otra de bicicletas, hasta incluso de vendedor de golosinas.

Pero un día su vida cambió y eso ocurrió cuando fue a visitar a su primo que vivía en Villa El Salvador, donde se dio con la sorpresa de que este familiar tenía arrinconadas, en un lugar de su casa, unas máquinas que servían para hacer pan.

Aprovechando la experiencia del primo, empezó a preparar pan en esas máquinas. Marino había logrado algunos ahorros de sus anteriores trabajos por lo que ambos decidieron lanzarse al negocio con un capital de S/.300.

“La tienda que abrimos no estaba ni tarrajeada y en la inauguración solo preparamos 50 panes con un kilo de harina, y se acabaron rápido ya que a la gente le encantó nuestro producto. Todo iba bien, pero casi al año decidí separarme del negocio porque mi familiar empezó a excederse con el licor. Él se quedó con el negocio pero yo me llevé lo aprendido”, recuerda Marino.

Es así que Marino decide recurrir a sus hermanos y les propone el negocio de la panadería. Nuevamente empezó desde cero con un pequeño horno hecho de ladrillo. Allí comenzó a preparar sus ricos panes. El éxito no se hizo esperar y ya con unos años en el negocio lograron abrir una panadería más y luego un minimarket.

Decide independizarse
Pero no todo es color de rosa, pues comenzaron los problemas entre hermanos. En ese momento es cuando de nuevo se separa del negocio y apuesta por independizarse, abriendo una panadería en el pujante distrito de San Juan de Lurigancho, la que solo le duró ocho meses ya que por motivos de deudas tuvo que cerrar.

Sin embargo, ese traspié no lo desalentó. En el 2006 persistió en abrir otro negocio: la panadería y pastelería Cosmos, y el éxito no se hizo esperar debido al empleo de buenos insumos y la buena calidad de su producto final.

Actualmente vende hasta 80 tortas diarias y los fines de semana puede superar las 100. 
Marino planea abrir una sucursal el próximo año, en el mismo distrito, pero esta vez incluiría también la venta de helados artesanales.

La historia de Marino es otra exitosa historia empresarial, ya que supo salir adelante, a pesar de las dificultades que se le presentaron, a través de un negocio y a la vez es admirable su persistencia, pues pretende crecer empresarialmente.

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